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Enfermedad del músculo blanco en bovinos

25 oct 2025

Enfermedad del músculo blanco en bovinos
Enfermedad del músculo blanco en bovinos

Cuando un ternero nace débil, con músculos rígidos, dificultades para moverse o muere repentinamente, es posible que esté sufriendo la enfermedad del músculo blanco (EMB), una de las afecciones nutricionales más comunes y silenciosas en la ganadería. 

Este trastorno puede afectar tanto a los músculos esqueléticos como al corazón, generando pérdidas económicas significativas si no se detecta a tiempo.

¿Qué es la enfermedad del músculo blanco y por qué ocurre?

La enfermedad del músculo blanco (EMB), también llamada miodegeneración nutricional, es causada por la deficiencia de selenio y/o vitamina E en la dieta del bovino. 

Estos dos nutrientes son antioxidantes esenciales que protegen las células musculares del daño oxidativo.

Cuando los niveles son bajos, los músculos se deterioran y adquieren un color pálido o blanquecino, de donde proviene el nombre de la enfermedad.

Afecta principalmente a terneros y animales jóvenes, aunque también puede presentarse en adultos con dietas desequilibradas.

Los suelos pobres en selenio, la alimentación basada en forrajes envejecidos o la falta de suplementación mineral son factores determinantes en la aparición de esta enfermedad. 

Una tabla de requerimientos nutricionales en bovinos permite ajustar las dietas para prevenir deficiencias y asegurar el crecimiento saludable del ganado.

¿Cuáles son las causas principales de la enfermedad del músculo blanco?

  1. Deficiencia de selenio: suelos con baja concentración mineral producen forrajes pobres en este elemento.

  2. Falta de vitamina E: antioxidante liposoluble clave para evitar la oxidación de las células musculares.

  3. Dietas altas en grasas poliinsaturadas: aumentan el consumo de antioxidantes naturales.

  4. Estrés metabólico o infecciones crónicas: incrementan la demanda de nutrientes antioxidantes.

  5. Ausencia de suplementación mineral adecuada.

Un manejo inadecuado de la higiene o alimentación del ganado puede agravar los cuadros clínicos. Mantener protocolos de limpieza y desinfección en bovinos reduce el riesgo de infecciones secundarias que podrían complicar el cuadro nutricional.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del músculo blanco en bovinos?

Los signos clínicos varían según la edad y la severidad, pero los más comunes son:

  • Dificultad para moverse o incorporarse.

  • Temblor muscular, debilidad y rigidez.

  • Dificultad para respirar (por daño al músculo cardíaco o diafragma).

  • Decaimiento general y falta de apetito.

  • Orina de color oscuro (por daño muscular).

  • En casos graves, muerte súbita por falla cardíaca.

A nivel interno, los músculos afectados se observan pálidos o blanquecinos al realizar una necropsia.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad del músculo blanco?

El diagnóstico se basa en la historia alimentaria del hato y pruebas específicas:

  1. Examen clínico: debilidad, temblores, dificultad respiratoria.

  2. Análisis de sangre: niveles bajos de selenio, vitamina E y enzimas musculares elevadas (CK, AST).

  3. Histopatología muscular: muestra necrosis y degeneración fibrilar.

  4. Revisión de la dieta: análisis de forrajes y suelos para detectar deficiencias minerales.

Confirmar el déficit nutricional es fundamental antes de iniciar un plan de suplementación.

¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad del músculo blanco?

El tratamiento debe iniciarse tan pronto se sospeche la enfermedad:

  • Inyección de selenio y vitamina E: productos combinados como Mu-Se® o E-Se® son efectivos bajo supervisión veterinaria.

  • Descanso y reducción de esfuerzo físico para permitir la recuperación muscular.

  • Soporte nutricional: alimentación equilibrada rica en antioxidantes.

  • Control de infecciones secundarias que puedan aprovechar la debilidad del animal.

En animales gravemente afectados, la recuperación puede ser parcial, pero el tratamiento temprano mejora el pronóstico.

¿Cómo prevenir la enfermedad del músculo blanco?

La prevención se basa en una nutrición adecuada y un manejo integral del hato:

  1. Suplementar minerales y vitaminas según requerimientos nutricionales.

  2. Evaluar el contenido de selenio en suelos y forrajes.

  3. Implementar programas preventivos en épocas críticas (destete, crecimiento rápido, preñez).

  4. Mantener buena higiene en comederos y bebederos.

  5. Evitar el almacenamiento prolongado de forraje.

  6. Monitorear el estado físico de los animales y realizar análisis periódicos.

Preguntas frecuentes

¿A qué edad es más común esta enfermedad?

Principalmente en terneros de 2 a 8 semanas de edad, aunque puede aparecer en animales jóvenes mal alimentados.

¿Puede afectar al corazón?

Sí, la deficiencia severa de selenio y vitamina E puede provocar daños irreversibles en el músculo cardíaco.

¿Se transmite entre animales?

No, no es contagiosa. Es una enfermedad de origen nutricional.

¿Se puede prevenir solo con minerales en el agua?

Puede ayudar, pero lo ideal es un plan integral con alimento suplementado y control nutricional regular.

¿Qué pasa si no se trata a tiempo?

El daño muscular puede ser irreversible y derivar en la muerte del animal.



Cuando un ternero nace débil, con músculos rígidos, dificultades para moverse o muere repentinamente, es posible que esté sufriendo la enfermedad del músculo blanco (EMB), una de las afecciones nutricionales más comunes y silenciosas en la ganadería. 

Este trastorno puede afectar tanto a los músculos esqueléticos como al corazón, generando pérdidas económicas significativas si no se detecta a tiempo.

¿Qué es la enfermedad del músculo blanco y por qué ocurre?

La enfermedad del músculo blanco (EMB), también llamada miodegeneración nutricional, es causada por la deficiencia de selenio y/o vitamina E en la dieta del bovino. 

Estos dos nutrientes son antioxidantes esenciales que protegen las células musculares del daño oxidativo.

Cuando los niveles son bajos, los músculos se deterioran y adquieren un color pálido o blanquecino, de donde proviene el nombre de la enfermedad.

Afecta principalmente a terneros y animales jóvenes, aunque también puede presentarse en adultos con dietas desequilibradas.

Los suelos pobres en selenio, la alimentación basada en forrajes envejecidos o la falta de suplementación mineral son factores determinantes en la aparición de esta enfermedad. 

Una tabla de requerimientos nutricionales en bovinos permite ajustar las dietas para prevenir deficiencias y asegurar el crecimiento saludable del ganado.

¿Cuáles son las causas principales de la enfermedad del músculo blanco?

  1. Deficiencia de selenio: suelos con baja concentración mineral producen forrajes pobres en este elemento.

  2. Falta de vitamina E: antioxidante liposoluble clave para evitar la oxidación de las células musculares.

  3. Dietas altas en grasas poliinsaturadas: aumentan el consumo de antioxidantes naturales.

  4. Estrés metabólico o infecciones crónicas: incrementan la demanda de nutrientes antioxidantes.

  5. Ausencia de suplementación mineral adecuada.

Un manejo inadecuado de la higiene o alimentación del ganado puede agravar los cuadros clínicos. Mantener protocolos de limpieza y desinfección en bovinos reduce el riesgo de infecciones secundarias que podrían complicar el cuadro nutricional.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del músculo blanco en bovinos?

Los signos clínicos varían según la edad y la severidad, pero los más comunes son:

  • Dificultad para moverse o incorporarse.

  • Temblor muscular, debilidad y rigidez.

  • Dificultad para respirar (por daño al músculo cardíaco o diafragma).

  • Decaimiento general y falta de apetito.

  • Orina de color oscuro (por daño muscular).

  • En casos graves, muerte súbita por falla cardíaca.

A nivel interno, los músculos afectados se observan pálidos o blanquecinos al realizar una necropsia.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad del músculo blanco?

El diagnóstico se basa en la historia alimentaria del hato y pruebas específicas:

  1. Examen clínico: debilidad, temblores, dificultad respiratoria.

  2. Análisis de sangre: niveles bajos de selenio, vitamina E y enzimas musculares elevadas (CK, AST).

  3. Histopatología muscular: muestra necrosis y degeneración fibrilar.

  4. Revisión de la dieta: análisis de forrajes y suelos para detectar deficiencias minerales.

Confirmar el déficit nutricional es fundamental antes de iniciar un plan de suplementación.

¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad del músculo blanco?

El tratamiento debe iniciarse tan pronto se sospeche la enfermedad:

  • Inyección de selenio y vitamina E: productos combinados como Mu-Se® o E-Se® son efectivos bajo supervisión veterinaria.

  • Descanso y reducción de esfuerzo físico para permitir la recuperación muscular.

  • Soporte nutricional: alimentación equilibrada rica en antioxidantes.

  • Control de infecciones secundarias que puedan aprovechar la debilidad del animal.

En animales gravemente afectados, la recuperación puede ser parcial, pero el tratamiento temprano mejora el pronóstico.

¿Cómo prevenir la enfermedad del músculo blanco?

La prevención se basa en una nutrición adecuada y un manejo integral del hato:

  1. Suplementar minerales y vitaminas según requerimientos nutricionales.

  2. Evaluar el contenido de selenio en suelos y forrajes.

  3. Implementar programas preventivos en épocas críticas (destete, crecimiento rápido, preñez).

  4. Mantener buena higiene en comederos y bebederos.

  5. Evitar el almacenamiento prolongado de forraje.

  6. Monitorear el estado físico de los animales y realizar análisis periódicos.

Preguntas frecuentes

¿A qué edad es más común esta enfermedad?

Principalmente en terneros de 2 a 8 semanas de edad, aunque puede aparecer en animales jóvenes mal alimentados.

¿Puede afectar al corazón?

Sí, la deficiencia severa de selenio y vitamina E puede provocar daños irreversibles en el músculo cardíaco.

¿Se transmite entre animales?

No, no es contagiosa. Es una enfermedad de origen nutricional.

¿Se puede prevenir solo con minerales en el agua?

Puede ayudar, pero lo ideal es un plan integral con alimento suplementado y control nutricional regular.

¿Qué pasa si no se trata a tiempo?

El daño muscular puede ser irreversible y derivar en la muerte del animal.



Cuando un ternero nace débil, con músculos rígidos, dificultades para moverse o muere repentinamente, es posible que esté sufriendo la enfermedad del músculo blanco (EMB), una de las afecciones nutricionales más comunes y silenciosas en la ganadería. 

Este trastorno puede afectar tanto a los músculos esqueléticos como al corazón, generando pérdidas económicas significativas si no se detecta a tiempo.

¿Qué es la enfermedad del músculo blanco y por qué ocurre?

La enfermedad del músculo blanco (EMB), también llamada miodegeneración nutricional, es causada por la deficiencia de selenio y/o vitamina E en la dieta del bovino. 

Estos dos nutrientes son antioxidantes esenciales que protegen las células musculares del daño oxidativo.

Cuando los niveles son bajos, los músculos se deterioran y adquieren un color pálido o blanquecino, de donde proviene el nombre de la enfermedad.

Afecta principalmente a terneros y animales jóvenes, aunque también puede presentarse en adultos con dietas desequilibradas.

Los suelos pobres en selenio, la alimentación basada en forrajes envejecidos o la falta de suplementación mineral son factores determinantes en la aparición de esta enfermedad. 

Una tabla de requerimientos nutricionales en bovinos permite ajustar las dietas para prevenir deficiencias y asegurar el crecimiento saludable del ganado.

¿Cuáles son las causas principales de la enfermedad del músculo blanco?

  1. Deficiencia de selenio: suelos con baja concentración mineral producen forrajes pobres en este elemento.

  2. Falta de vitamina E: antioxidante liposoluble clave para evitar la oxidación de las células musculares.

  3. Dietas altas en grasas poliinsaturadas: aumentan el consumo de antioxidantes naturales.

  4. Estrés metabólico o infecciones crónicas: incrementan la demanda de nutrientes antioxidantes.

  5. Ausencia de suplementación mineral adecuada.

Un manejo inadecuado de la higiene o alimentación del ganado puede agravar los cuadros clínicos. Mantener protocolos de limpieza y desinfección en bovinos reduce el riesgo de infecciones secundarias que podrían complicar el cuadro nutricional.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad del músculo blanco en bovinos?

Los signos clínicos varían según la edad y la severidad, pero los más comunes son:

  • Dificultad para moverse o incorporarse.

  • Temblor muscular, debilidad y rigidez.

  • Dificultad para respirar (por daño al músculo cardíaco o diafragma).

  • Decaimiento general y falta de apetito.

  • Orina de color oscuro (por daño muscular).

  • En casos graves, muerte súbita por falla cardíaca.

A nivel interno, los músculos afectados se observan pálidos o blanquecinos al realizar una necropsia.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad del músculo blanco?

El diagnóstico se basa en la historia alimentaria del hato y pruebas específicas:

  1. Examen clínico: debilidad, temblores, dificultad respiratoria.

  2. Análisis de sangre: niveles bajos de selenio, vitamina E y enzimas musculares elevadas (CK, AST).

  3. Histopatología muscular: muestra necrosis y degeneración fibrilar.

  4. Revisión de la dieta: análisis de forrajes y suelos para detectar deficiencias minerales.

Confirmar el déficit nutricional es fundamental antes de iniciar un plan de suplementación.

¿Cuál es el tratamiento de la enfermedad del músculo blanco?

El tratamiento debe iniciarse tan pronto se sospeche la enfermedad:

  • Inyección de selenio y vitamina E: productos combinados como Mu-Se® o E-Se® son efectivos bajo supervisión veterinaria.

  • Descanso y reducción de esfuerzo físico para permitir la recuperación muscular.

  • Soporte nutricional: alimentación equilibrada rica en antioxidantes.

  • Control de infecciones secundarias que puedan aprovechar la debilidad del animal.

En animales gravemente afectados, la recuperación puede ser parcial, pero el tratamiento temprano mejora el pronóstico.

¿Cómo prevenir la enfermedad del músculo blanco?

La prevención se basa en una nutrición adecuada y un manejo integral del hato:

  1. Suplementar minerales y vitaminas según requerimientos nutricionales.

  2. Evaluar el contenido de selenio en suelos y forrajes.

  3. Implementar programas preventivos en épocas críticas (destete, crecimiento rápido, preñez).

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  6. Monitorear el estado físico de los animales y realizar análisis periódicos.

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¿A qué edad es más común esta enfermedad?

Principalmente en terneros de 2 a 8 semanas de edad, aunque puede aparecer en animales jóvenes mal alimentados.

¿Puede afectar al corazón?

Sí, la deficiencia severa de selenio y vitamina E puede provocar daños irreversibles en el músculo cardíaco.

¿Se transmite entre animales?

No, no es contagiosa. Es una enfermedad de origen nutricional.

¿Se puede prevenir solo con minerales en el agua?

Puede ayudar, pero lo ideal es un plan integral con alimento suplementado y control nutricional regular.

¿Qué pasa si no se trata a tiempo?

El daño muscular puede ser irreversible y derivar en la muerte del animal.



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